Chavín está constituido por diversos edificios piramidales,
plazas que se asientan sobre una ladera aterrazada, portadas y escalinatas. Las
construcciones piramidales albergan una red de pasajes y cámaras interiores,
que en algunos casos aparecen superpuestos. Como material de construcción prima
la piedra, aunque en algunos sectores las paredes estaban estucadas con arcilla
que era calcinada para resistir los embates del tiempo.
Una nota particular está conformada por las piedras
retratadas con figuras míticas en alto y bajorelieve. En su mayoría éstas
enchapaban muros y decoraban los edificios y una de las plazas hundidas. Por su
parte, piedras esculpidas en forma de cabezas de fiera expresión iban
empotradas en lo alto de los muros, colocadas equidistantes y en hilera
horizontal.
Las construcciones de Chavín eran elaboradas partiendo de una estructura nuclear hecha con barro y piedras sin trabajar, en la que previamente habían sido programados los espacios correspondientes a lo que debían ser corredores o pasajes interiores. Muros y dinteles monolíticos independizaban estos pasajes de la masa de barro y piedras constitutivas de la construcción. A la colina artificial, perforada, que así se construía, se le daba inclinación piramidal, la que era interrumpida por escalones o «andenes». Finalmente el todo era revestido en su exterior con planchas pétreas o hiladas primorosamente pulidas. Los estragos de la erosión son perceptibles en las piedras menos resistentes, y ello hace que en apariencia hoy luzcan algunos muros «imperfectos» a la vista. Es de notar que no hubo falta de perfección en la construcción de las bases de los muros exteriores de «El Castillo», ya que este sector lucía originalmente cubierto o enchapado por grandes bloques de piedra, de tendencia cuadrada y que con el correr del tiempo se desplomaron.
Las construcciones de Chavín eran elaboradas partiendo de una estructura nuclear hecha con barro y piedras sin trabajar, en la que previamente habían sido programados los espacios correspondientes a lo que debían ser corredores o pasajes interiores. Muros y dinteles monolíticos independizaban estos pasajes de la masa de barro y piedras constitutivas de la construcción. A la colina artificial, perforada, que así se construía, se le daba inclinación piramidal, la que era interrumpida por escalones o «andenes». Finalmente el todo era revestido en su exterior con planchas pétreas o hiladas primorosamente pulidas. Los estragos de la erosión son perceptibles en las piedras menos resistentes, y ello hace que en apariencia hoy luzcan algunos muros «imperfectos» a la vista. Es de notar que no hubo falta de perfección en la construcción de las bases de los muros exteriores de «El Castillo», ya que este sector lucía originalmente cubierto o enchapado por grandes bloques de piedra, de tendencia cuadrada y que con el correr del tiempo se desplomaron.
En los pasajes interiores reina penumbra total y perpetua a
no ser por los haces de luz que penetran por los ductos o «respiraderos» que
comunican con el exterior y renuevan el aire constantemente. Acaso por estos
ductos se escuchaban las voces del oráculo de Chavín al que se refieren escritores
tempranos.
En un sector de los pasajes internos se yergue el Lanzón, un
monolito esculpido con figuras míticas para ser vistas a la redonda. La inmensa
piedra alcanza casi 5 metros de alto y sobrecoge al espectador con sus
representaciones sobrenaturales, que «infunden terror» como ya lo expresaba
Antonio Raimondi, a lo que se suma la ubicación del monolito en las
perpetuamente oscuras galerías de Chavín.
Por lo expuesto, luz y oscuridad, día y noche, eran factores
simbólicos representados en la arquitectura de Chavín. Y no sólo mediante sus
espacios arquitectónicos dedicados al mundo exteriory al mundo interior o
subterráneo, sino también a través de la división en dos mitades que observan
algunas escalinatas, tanto como la portada de «El Castillo»: una oscura y la
otra clara, y que los constructores destacaron utilizando piedras de
construcción de tonalidad diferente. La iconografía misma, plasmada en los
muchos monolitos, parece estar regida por estos polos simbólicos si seconsidera
que los seres sobrenaturales representados exhiben atributos de aves de rapiña
y de felinos que, por su naturaleza, están vinculados al día y a la noche y
respectivamente al varón y a la hembra.
ARQUITECTURA PLANIFICADA
Es sabido que las distintas estructuras que conforman Chavín
corresponderían a diversas épocas históricas por las que atravesó el sitio.
Este enunciado pertenece a Julio C. Tello. Años después, en 1962, John H. Rowe
profundizó en el tema y respaldado en diferencias tipológicas presentes en los
monolitos propuso una secuenciade las estructuras arquitectónicas. Dedujo que
Chavín, tal como ha llegado hasta nosotros, fue construido partiendo de un
templo primordial de bases modestas: el «Templo Viejo». Con el transcurrir del
tiempo, esta estructura habría soportado diversas ampliaciones. En una etapa
posterior, que estima fue la tercera, se habría consolidado lo que califica de
«Templo Nuevo», de proporciones mayores y construido al lado, reteniendo parte
de la estructura del monumento primigenio. Rowe fundamenta su hipótesis
amparado en la presencia de una especie de grietas visibles en las paredes y
que considera son vestigios de puntos de unión de las «adiciones».
Sin embargo, las «grietas» que se supone habrían sido
producidas por las ampliaciones experimentadas a partir del «Templo Viejo»,
plantean la sospecha de que no necesariamente corresponden a la impronta dejada
por ampliaciones arquitectónicas sucesivas. En efecto, cuando éstas son
comparadascon otros ejemplos arquitectónicos andinos en los que también se
presentan, se constata que no son otra cosa que marcas impresas por la técnica
deconstruir en base a módulos, es decir adicionando sectores lateralmente sin
que ello implique separación cronológica significativa. Por otro lado, las
técnicas de construcción entre el«Templo Viejo» y el «Templo Nuevo» de Chavín
no presentan variaciones notorias. Y, lo que resulta ser aún más significativo,
tampoco los conceptos arquitectónicos mismos y sus valores simbólicos
implícitos. De esta manera, cabe plantear la posibilidad de que Chavín fue
concebido bajo un solo plan arquitectónico, y que su ejecución se realizó sin
una dilación cultural ni cronológica de consideración como para separar etapas
culturales.
ARQUITECTURA EVOCADORADE UNA FIGURA
Sobre la premisa expuesta se asienta la hipótesis que busca
identificar las siluetas de una figura simbólica en el conjunto arquitectónico
de Chavín, que naturalmente debió copiar sólo a grandes trazos algunas
conspicuas figuras de la iconografía Chavín, simplificando sus formas al tener
que adecuarla a la arquitectura.
Al proponer el autor en 1983 esta hipótesis, sobre la
posibilidad de que la arquitectura Chavín estaría evocando una imagen zoomorfa
y al tratar de correlacionar los diversos sectores con las partes anatómicas
del ser sobrenatural Chavín que había servido de inspiración, terminó
argumentando que hasta la decoración de las paredes de Chavín, con sus dos
hiladas aprisionadas por dos de mayores proporciones, una abajo y otra arriba,
podían obedecer a la voluntad de figurar bocas estilizadas ad infinitum, por el
repliegue que acusan los labios para, en actitud agresiva, dejar a la vista las
dos hileras de la dentadura.
Como se sabe, el motivo iconográfico Chavín es la boca
atigrada, representada con insistencia desmesurada tanto en monolitos y
cerámica como en objetos trabajados en diversos materiales: unas veces bajo
tratamiento aislado y/o en sucesión y otras incorporándolo como elemento
simbólico en figuras de personajes.
El caso de representar Chavín una figura, como suponemos,
esta posibilidad merece más atención y estudio; tengamos en cuenta que existen
otros ejemplos en la arquitectura del Perú antiguo de construcciones con
contenido iconográfico zoomorfo indiscutible, como Paramonga y Cerro Blanco en
Nepeña. También el plano arquitectónico de Las Haldas, monumento anterior a
Chavín, parece repetir la misma figura, al parecer básicamente de un ave. La
ciudad del Cuzco misma habría figurado los contornos de un felino; acaso con
cabeza de ave de acuerdo a un viejo y muy difundido patrón iconográfico andino.
LOS MONOLITOS DE CHAVIN
El estilo Chavín se manifiesta de manera elocuente en los
monolito asociados a la arquitectura de Chavín (de Huántar). Éstos enchapaban,
en su mayoría, las paredes de edificios.
Los monolitos Chavín más espectaculares son la Estela
Raimondi, el Obelisco Tello, el Lanzón y las Columnas. A los citados ejemplos
de la escultura lítica Chavín debe sumarse la Estela de Yauya, por más que no
fuera localizada en el sitio de Chavín. Las figuras representadas en estos
monolitos observan grados acentuados de estilización y son por logeneral
difíciles de identificar. A ello contribuye el que vayan salpicadas de un
sinnúmero de figuras incorporadas que recargan la representación, oscureciéndola.
Asimismo, y a primera vista, las figuras aparecen incomprensibles, debido a que
representan a seres con atributos humanos y zoomorfos extraídos de relatos
míticos desconocidos. Ello ha motivado que pululen las más diversas opiniones
en cuanto a lo representado.
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