Sabor y Color. Visitar Chincha es
dejarse encantar por la gracia y el garbo que tienen los chinchanos para bailar
la música afro peruana, conocer su legado en la ex casa hacienda san José,
Donde esclavos negros arribaron para trabajar en los campos de la región, así
como la exquisitez de su carapulca y sopa seca elaborado en base a papa y carne
de cerdo.
Esta Provincia ofrece
interesantes atractivos naturales y oferta variada de gran tradición y cultura,
como el distrito de Chincha Baja donde podrá apreciar la combinación de la
arquitectura Chincha e Inca, las hermosas playas que bañan el litoral
chinchano, hoteles y deliciosa gastronomía.
También podrá disfrutar de las
actividades que conforman sus festividades más importantes, en fin, un destino
para no perderse.
Capital: Chincha.
Distancia: Se encuentra 198
kilómetros al sur de Lima.
Duración del viaje (desde Lima):
Auto: 2 horas 30minutos.
Bus: 3 horas.
Altitud: 3.419 m.s.n.m
Relieve: El departamento de
Chincha presenta un territorio de
extensas pampas y Valles.
Atractivos Turísticos de Chincha
Casa Hacienda San José, Data de
finales del siglo XVII. La casa-hacienda mantiene Su principal atractivo el
altar barroco de la capilla y la galería subterránea por la que se conducía a
los esclavos con los ojos vendados para evitar su huída.
Huaca La Centinela, Este sitio
arqueológico es atribuido a los antiguos chinchanos (1200 d.C.-1450 d.C.), que
lo habrían construido antes de ser conquistados por los Incas, éstos modificaron
la estructura incorporando algunos elementos propios de la arquitectura
incaica.
Distrito del Carmen, Este lugar
nació para acoger a los antiguos esclavos y a sus descendientes. Fueron
trasladados a la costa peruana durante los siglos XVII y XVIII, para suplir las
necesidades de mano de obra de las haciendas San José y San Regis. Se dedicaban
al cultivo del algodón, la caña y la vid.
Santuario de la Melchorita, La
Melchorita fue una terciaria franciscana gran devota de Santa Rosa de Lima;
para emularla, construyó una ermita en su casa y se dedicó al cuidado de los
pobres y enfermos del pueblo; tras su fallecimiento, el 4 de diciembre de 1951,
tomaron su casa como un centro de veneración. Para los pobladores de Chincha,
no hay duda de su santidad.
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